Al contrario de lo que podemos pensar, un infarto puede ocurrir en cualquier órgano del cuerpo, por constituir la obstrucción o interrupción del riego sanguíneo de la arteria o las arterias correspondientes al mismo y ocasionando la muerte de los tejidos que lo conforman. Popularmente el infarto más conocido por todos, es aquel que se da en el tejido cardíaco, el cual bajo ciertas condiciones, está privado del aporte sanguíneo por presencia de trombo y/o ruptura de placa ateromatosa y/o contractura de arteria coronaria, afectando al miocardio y produciendo daños al corazón, el cual deja de aportar irrigación sanguínea y puede ocasionar la muerte del paciente en cuestión de minutos.
Para el año 2015, hubo 100.247 mujeres en México fallecidas como consecuencia de un infarto al miocardio. La falta de información y el hecho cierto de que existe más temor a enfermedades como el cáncer, ha hecho que la población deje un poco de lado su salud coronaria e ignore los síntomas de un infarto, confundiéndolos con acidez, tensión muscular u otras afecciones, especialmente las mujeres, principales víctimas de este mito.
La angina de pecho, es una obstrucción de las arterias que irrigan la sangre al corazón. Si la obstrucción sólo se alarga unos minutos y posteriormente el paciente se recupera, el mismo tiende a ignorar esta grave señal de complicaciones coronarias y postergar la visita al especialista, inclusive, evadirla por completo, agravando más el cuadro clínico del mismo. La aparición de los síntomas de un infarto de miocardio ocurre, por lo general, de manera gradual, en el transcurso de varios minutos, y rara vez ocurre de manera instantánea.
Un infarto no necesariamente constituye para nosotros un momento fulminante en el cual, a primera vista, se determina su acaecimiento en un paciente, y para ello, debemos diferenciar los síntomas de infarto en hombres y mujeres, los cuales se dan de manera distinta.
Los síntomas de infarto en un hombre, son en general dolor en el pecho que se extiende hacia brazo, cuello, hombros y mandíbula, sudoración fría y repentina, desaliento, sensación de acidez estomacal, agitación, vértigo, desorientación y náuseas, mientras que los síntomas de infarto en una mujer, constituyen una mezcla de síntomas y malestar, que al sumarlas no suelen dar señales típicas de infarto (al contrario que en el caso de los hombres), tales como presión abdominal, sensación de indigestión, dolor en una o ambas articulaciones del hombro, vómitos, náuseas, síntomas gastrointestinales, decaimiento, cansancio general y desvanecimiento. Sin embargo, quiero que sepas que los mismos no son síntomas concurrentes ni universales, por lo cual sobra decirte que el hecho de que no se sientan todos los síntomas antes enumerados, a la vez, y no exista razón aparente para tener un infarto, no quiere decir que no puedas estarlo presentando.
Quizás tú mismo, tu padre o madre digan que sólo están cansados, efectivamente, así sientes un infarto en la mayoría de los casos, un dolor intermitente, sin la existencia de una causa o que hayas tenido un disgusto o impresión, recuerda que el corazón no te va a enviar una señal completamente identificable de que sufre un episodio, sólo te envía una señal sistémica de mal funcionamiento que compromete a otros órganos, y te ocasiona confusiones, hace que lo que sientes puedas atribuirlo a cualquier cosa, menos a lo que te pasa. Tu corazón no tiene voz propia, escucha a tu cuerpo y cuida tu salud coronaria.
Factores como el tabaquismo, la obesidad, la vida sedentaria, el constante estrés profesional, emocional y los hábitos alimentarios deficientes que has tenido, aquellos que se suelen cultivar desde la más temprana juventud, hacen mella en tu salud coronaria, existiendo hábitos modificables en la vida diaria que pueden hacer de los factores de riesgo que son ajenos a la edad, disminuyan de tal manera que el peligro de infarto que puedas tener, sea reducido a su mínima expresión con la adecuada supervisión médica.
Una consulta con el cardiólogo nunca está de más cuando eres una persona joven que se encuentra dentro del grupo de riesgo de sufrir una enfermedad coronaria:
Un reconocimiento médico de calidad con profesionales debidamente preparados, te permitirá corregir y mejorar tus condiciones de vida cotidiana en beneficio de tu salud cardiaca, por lo que te invito a agendar una consulta de valoración. Mi consultorio está ubicado en Calle Sófocles 115 Planta Alta, Polanco 11560, Ciudad de México. Comunícate a los siguientes teléfonos: (55) 5233-6007; (55) 5233-2312, (55) 5557-5972, (55) 55775981, donde te atenderé y contestaré todas tus dudas.
Recuerda que tu corazón no te puede hablar directamente, pero un profesional de la salud es el mejor intérprete de los síntomas dispersos que puedas presentar.
Doctor Alfredo Jalón.
Cardiólogo.
Consejo Mexicano de Cardiología.
Ced. Prof. 3247612.
http://josecardenas.com/2015/09/infarto-ya-es-la-primera-causa-de-muerte-de-mujeres-en-mexico/